domingo, 2 de noviembre de 2008

Teatralización

Hombre- Amor, ¿me podes planchar esta camisa que tengo que ir a trabajar?

Mujer- Sí, pero no tengo tiempo,¡ yo también tengo que ir a trabajar!.
Hombre- Pero a vos no te descuentas tanto como a mí, por favor.


La mujer resignada la plancha.

Estas tras líneas muestran como todos los sujetos estamos sujetos(valga la redundancia) y vivimos y actuamos en torno a nuestro trabajo, es decir, que el trabajo dispone de nuestras vidas e incluso condiciona nuestras decisiones.

Segundo, el salario de la mujer no tiene una retribución justa, y por esto, debe delegar su urgencia en función de lo que disponga su marido ya que tiene un salario mayor que es el sustento de ambos.

Tercero, el dinero, la plata o como quieran también condiciona nuestras relaciones.


Ahora, qué pasaría si estos condicionantes no estarían, que pasaría.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buena la forma de expresar como se sigue discrminando y rebajando quiza el hecho de que la mujer tenga sus propias posibilidades de subsistencia.
Muy bueno.

Te dejo un beso grande Mari

Pablo, el remador

adolfo dijo...

El salario debe ser equiparado para todos. respecto a la relación mujer marido el salario o los condicionantes culturales no son los únicos condicionantes de la pareja, hay factores inherentes a cada individuo que acompañan la interacción.